Soñé que arrasaban Viña. Que la demolían, que era como las Vegas, un paraíso artificial hecho con neones que se apagaban de pronto, con inmensos hoteles arrasados por máquinas que les arrancaban de cuajo las paredes, que tirturaban las separaciones entre piezas, que hacían estallar en llamas las cocinas y los comedores. Soñé eso y un montón de imágenes más: colchas destripadas, el cielo lleno de plumas plásticas levitando en cámara lenta, muñecas y juguetes infantiles rotos o quemados, la cara de esas barbies a las que se les han quemado las pestañas, muñecas que no pueden cerrar los ojos, peluches con el vientre abierto lleno de espuma o poliestileno rojo, triciclos sin ruedas con la pintura descascarada, bicicletas sin asiento que rodaban por pendientes, niños que lanzaban molotovs e incendiaban las jardines del Palacio Cousiño en la noche, flores sin pétalos, la mansión de
domingo, 13 de mayo de 2007
Las Vegas
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3 comentarios:
Ya nada queda en Viña. Solo jugadores perdidos, imaginadose ruletas y luces y glamour. Jugadores descalzos, desnudos, sucios. Encontre un tragamonedas dorado.Quiero jugar, necesito monedas, pero no las hay. Ni siquiera tengo bolsillos.
Viña siempre ha sido un castillito de arena esperando la ola que lo reinicie de una vez por todas.
Welcome back comelibros!!
ooooh...
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